

Fragmento 3:
Anoche sucedió algo extraño.
Pintábamos en su cuaderno, a eso de las 8:30 p.m. Él hacía casas y bosques, nada en especial. De repente, en tono firme y autoritario dijo: “¡¡No!!, azí no, te dije que azí no!!...”. Quedé extrañada y tuve que preguntarle: -cómo, ¿qué dijiste?- a lo que respondió con furioso susurro –no, nada, no dije nada-, y siguió pintando en silencio hasta el final de la noche.
El episodio fue breve, pero con los minutos me sentí algo inquieta frente a tan atípica y exagerada exaltación. Voy a tener que llevarlo con más frecuencia a la casa de los amigos... mejor a que siga inventándoselos.
... Umh, en todo caso quizás yo esté exagerando sobre todo esto; lo que sucedió puede no ser más que un pensamiento en vos alta... sin embargo inquietante; debo confesar que mi hijo a veces puede llegar a asustarme...
El episodio fue breve, pero con los minutos me sentí algo inquieta frente a tan atípica y exagerada exaltación. Voy a tener que llevarlo con más frecuencia a la casa de los amigos... mejor a que siga inventándoselos.
... Umh, en todo caso quizás yo esté exagerando sobre todo esto; lo que sucedió puede no ser más que un pensamiento en vos alta... sin embargo inquietante; debo confesar que mi hijo a veces puede llegar a asustarme...
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