Unas palabras fueron suficientes para volver a sentirla.
Escucharla trajo a mí los más indómitos sentimientos... justo aquellos que en mi odio pensé extintos.
Es más, nisiquiera recuerdo con certeza la última vez que nos encontramos entre los azarozos espacios del arte, la naturaleza y el café...
Su geografía tampoco la conocí. No llegué más allá de imaginar sus laderas carnosas, preámbulo de inmaculadas montañas cuyo recorrido, todavía virgen, nunca me atreví a emprender.
Hoy vuelve a tocar mi puerta como si no hubiera pasado un solo día entre los dos... desvaneciendo mil mares de distancia con una sonrisa, con un te quiero no pronunciado.
Construyo su retrato y ella el mío, en la distancia, en el silencio de sus letras y las mías... sin embargo, creo que ambos estamos alterando al otro, negando su verdad con el maquillaje de nuestro deseos...
Creo entonces que me reservo el derecho al reencuentro, a la consumación, a la búsqueda de las posibilidades.. en últimas me niego a crecer y alimentar algo hermoso pero invisible, maravilloso pero ficticio... como los cuentos que tantas veces nos leímos el uno al otro, como los libros regalados, como la ciega aberración de nuestro juego...
Por eso no más suspensivos ni admiraciones y comienzan las negrillas y los puntos finales para decirte, Amla, que ya no eres y ya no existes en mi vida... no como solías hacerlo.
Te dejo a la mar, mientras monto otro barco que se dirige a la orilla. Espero que sepas encontrar tu propio camino; estoy seguro de que así será.
Hasta hoy, hasta aquí, sin querer respuesta alguna, te pido que me entiendas y que todo esto se detenga aquí. Lo siento.
SJP... just that character you will never know...
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