Fragmento 12:
Diciembre 22/07...
Felipe llegó atacado en la madrugada a mi cuarto. Lloraba desconsolado y con tanta angustia que no supe qué hacer para calmarlo.
Rato después, apenas pudo hablar, me dijo que se despertó pero que no podía moverse, que ni empujando sus brazos con toda voluntad era capaz de levantarlos; como si la cárcel inanimada de su alma fuera el cuerpo. También me dijo que gritó fuerte y no pudo sacar ni un respiro... que quiso llorar pero las lágrimas nunca se atrevieron a caer...
Entonces, temblando intermitentemente, me contó que sentía una respiración suave acercándose que aumentaba en volumen y frecuencia a cada instante; todo ello durante segundos que debieron ser eternidades.
Gritó entre lágrimas más de una vez mientras me contaba la historia. Por mi parte, sentí mis extremidades contraerse en cada aterradora palabra que pronunció...
Pero, cuando nada podía ser peor, me contó que sintió el borde de su cama hundirse con suavidad, y menguado, allí, tuvo que aguardar sin poder mirar siquiera si la cama se inclinaba, pues estaba atado a un cuerpo que, como el de un muerto, había perdido todo brío.
Finalmente sintió un súbito y adusto golpe en su pecho tras el cual volvió en sí.
Casi sin pensarlo corrió a mi cuarto desconsolado...
...
Diciembre 22/07...
Felipe llegó atacado en la madrugada a mi cuarto. Lloraba desconsolado y con tanta angustia que no supe qué hacer para calmarlo.
Rato después, apenas pudo hablar, me dijo que se despertó pero que no podía moverse, que ni empujando sus brazos con toda voluntad era capaz de levantarlos; como si la cárcel inanimada de su alma fuera el cuerpo. También me dijo que gritó fuerte y no pudo sacar ni un respiro... que quiso llorar pero las lágrimas nunca se atrevieron a caer...
Entonces, temblando intermitentemente, me contó que sentía una respiración suave acercándose que aumentaba en volumen y frecuencia a cada instante; todo ello durante segundos que debieron ser eternidades.
Gritó entre lágrimas más de una vez mientras me contaba la historia. Por mi parte, sentí mis extremidades contraerse en cada aterradora palabra que pronunció...
Pero, cuando nada podía ser peor, me contó que sintió el borde de su cama hundirse con suavidad, y menguado, allí, tuvo que aguardar sin poder mirar siquiera si la cama se inclinaba, pues estaba atado a un cuerpo que, como el de un muerto, había perdido todo brío.
Finalmente sintió un súbito y adusto golpe en su pecho tras el cual volvió en sí.
Casi sin pensarlo corrió a mi cuarto desconsolado...
...
Eso, todavía no salgo de mi asombro, parece ser lo sucedido...
No sé, me estoy perdiendo en mí misma... estoy segura de que una noche como las de antes lo hubiera abrazado y le hubiera dicho que tenía pesadillas, pero hoy ya no sé si soy capaz de decirle algo en lo que no creo...
Hoy me siento escribiendo un cuento, reconstruyendo una fantasía ajena como si la hubiera vivido en carne propia... debo confesarlo... hoy sentí miedo... mucho miedo...
Y no me explico... creería que su historia llena de matices y ficciones es toda una patraña... pero me hace dudar el que provenga de él... ¿cómo podría Felipe...? No, no, no, no... Además ya la he visto, ya la conozco...
¡Se acabó!, ¡voy a solucionar esta mierda de una vez por todas!...
No sé, me estoy perdiendo en mí misma... estoy segura de que una noche como las de antes lo hubiera abrazado y le hubiera dicho que tenía pesadillas, pero hoy ya no sé si soy capaz de decirle algo en lo que no creo...
Hoy me siento escribiendo un cuento, reconstruyendo una fantasía ajena como si la hubiera vivido en carne propia... debo confesarlo... hoy sentí miedo... mucho miedo...
Y no me explico... creería que su historia llena de matices y ficciones es toda una patraña... pero me hace dudar el que provenga de él... ¿cómo podría Felipe...? No, no, no, no... Además ya la he visto, ya la conozco...
¡Se acabó!, ¡voy a solucionar esta mierda de una vez por todas!...
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